
ANTONIO JOSÉ CAVANILLES PALOP
(Valencia 1745 – Madrid 1804)
Recibe el encargo real de recorrer España con el objetivo de examinar su flora. Tarea que inicia en el Reino de Valencia, cuyo territorio viaja y estudia durante los años 1792 y 1793, fruto de lo cual publica en 1795-1797 su obra magna: Observaciones sobre la Historia Natural ,Geografía, Agricultura, población y frutos del Reino de Valencia. Compuesta por dos volúmenes que han sido y son para los historiadores punto de obligada referencia donde encuentran datos, descripciones e ideas que ayudan considerablemente al conocimiento del siglo XVIII valenciano.
Cavanilles hace una descripción minuciosa de la vida en la Bétera de aquellos años, hace una severa critica diciendo que como es posible que tanta gente se vea obligada a trabajar el esparto como forma de subsistencia, habiendo tantos campos sin cultivar.
Bétera contaba con unos 400 vecinos, y sus tierras producían trigo, maíz y el secano se destinaba a viñas, olivos y algarrobos. Los frutos de Bétera, sin contar los granos, se reducen a 30 libras de seda, 1400 arrobas de aceite, 320 de algarrobas y 630 cántaros de vino.
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«puesta de piedrecitas blancas , negras y cenicientas , engastadas en una masa térrea roxiza. Todas las
canteras son calizas, donde se hallan tres suertes de piedras. Una de ellas es de grano grueso, no muy dura, sembrada de agujeritos cónicos , y caracolillos con tres vueltas espirales. Esta piedra se beneficia para cal, cuyas canteras abiertas se hallan en la loma de Santa Bárbara. En otra la piedra es firme, sonora y algo parda , de que se fabrican sillares para los edificios de la capital: las canteras de esta naturaleza se hallan entre Moncada y Bétera en el sitio llamado Tospelat, llegando en algunas la excavacion á 40 pies ,donde forman anchos barrancos y llanuras, en las quales y entre los escombros se hallan algarrobos, nacidos de las semillas que arrojan las caballerías con su excremento. La tercera suerte de piedras es un mármol por lo comun pardo con manchas mas obscuras en forma de almendras: empiezan estas canteras en el Cabésbort , y siguen hacia los montes variando de color; las mas preciosas están en Náquera y Portaceli. Por todas partes se ven plantas con abundancia, pero ninguna nueva: muchas xaras vegetan en aquellas lomas , y vi el hipocisto parasítico a las racemosa y con hojas de romero. Es comun el lino sufruticoso, y mucho mas el esparto que aprovechan los de aquellos pueblos, principalmente los de Bétera. La mayor parte de los individuos de este pueblo se ocupa en hacer cordel, que venden luego a los que fabrican sogas , cuya industria les produce al año 180, pesos. Se halla Bétera a la falda de una loma, y casi en el centro de un término de dos leguas de diámetro: viven allí 400 vecinos, de los quales poco mas de 100 dedicados a la labranza , cuyos brazos no bastan para cultivar tan dilatado término. De aqui los muchos eriales, y el ser buena porcion del término propiedad de los pueblos vecinos. No hay duda en que el esparto es un recurso de utilidad conocida y cierta , pero inferior a la que daria la agricultura si se cultivasen los preciosos campos que hoy quedan eriales. Mayor era a la verdad el número de estos, pocos años hace , pues se observan muchísimos algarrobos muy jóvenes, y nuevas viñas. Tal vez á vista de las utilidades que producen se fomentará la agricultura , y mudarán de ocupacion los robustos brazos que hoy se emplean en torcer esparto , dexando este ejercicio al sexo débil y á los ancianos. En las dos leguas de diámetro solamente hay 1360 hanegadas de huerta, siendo lo demás secano , destinado a viñas , olivos, algarrobos y sembrados. La huerta no es toda de igual mérito: la que llaman superior, que se reduce a 420 hanegadas, es tan fértil que cada jornal ó cahizada da en un año, ademas de la hoja, diez cahices de trigo, é igual número de maiz: se riega esta con las aguas de la fuente que nace junto al pueblo; y la otra que llaman inferior con las que baxan por la rambla, que tienen su orígen en los montes de la Cueva Santa, pasa por Olocau é inmediaciones de Portaceli, y forma el ancho cauce, conocido á media legua de Valencia con el nombre de barranco de Carraixét. No siempre son suficientes las aguas para el riego; pero á veces son tan abundantes, que el sobrante sirve para regar muchos campos de Moncada. Los frutos de Bétera, sin contar los granos, se reducen á 30 libras de seda, 1400 arrobas de aceyte, 320 de algarrobas, y 630 cántaros de vino».